LA GRAN LLANURA (UNA FÁBULA)
- rrpprevista

- Nov 24
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Updated: 3 days ago
por Rodolfo Cifarelli / @cifarellirodolfo
Una tarde de cielo de hormigón y llovizna filosa un hombre caminaba solo por la gran llanura. De a ratos se rascaba la cabeza y hablaba en voz alta. Dos hombres, guarecidos bajo un árbol para no mojarse, lo oyeron a la distancia. Empezaron a caminar junto a él, que decía cosas como:
– Primero mataron a los indios, después a los gauchos y ahora vienen por nosotros, que no sabemos qué o quiénes carajos somos.
A los pocos días eran seis hombres y cinco mujeres caminando por la gran llanura. Bastaba que alguien pidiera la palabra y se le concedía.
– Cuando uno sabe qué y quién es, sabe lo que debe hacer –dijo uno.
– Todos nuestros enemigos parecen poderosos –dijo otro cuando se pusieron de acuerdo sobre quiénes eran los enemigos–, pero son apenas pumas de papel.
– Es cuestión de tiempo conseguir los recursos y precisar los procedimientos eficaces para derrotarlos –dijo otra.
Habían decidido por unanimidad internarse hacia el sur, evitando el cruce aún inoportuno con alguna partida. Mientras afinaban criterios y preparativos y los grillos se posaban en las puntas de sus dedos, otros se les fueron sumando. La luna envolvía sus cuerpos con estambres fosforescentes, el sol con máculas radiantes.Ya eran treinta hombres y veinte mujeres cuando el más viejo de todos, fijando una mirada absorta en una gran nube blanca, dijo:
–Eterno Padre: gracias por no responderme nunca si lo torcido será enderezado, si lo enderezado será enaltecido y si lo enaltecido será al fin esa nueva era de la que hoy todo deseamos.
Solían detenerse fascinados por la caída de una estrella fugaz o por los últimos surcos del atardecer en el horizonte. Luego retomaban la marcha. Caminaban. Caminaban. Y caminaban.//RR.PP.

Foto: Juan Rulfo


